Él miraba por su ventana el exterior, observando el cielo nocturno con detenimiento y aislado de todo, sintiendo como pasaba el tiempo sin que pudiera hacer nada. Era incapaz de concentrarse en cualquier cosa, ya que miles de pensamientos no dejaban su mente libre. Pensaba en su pasado, en su presente, en su futuro, en lo que pudo ser y no fue, en lo que no debió ser y fue, en miles de cuestiones sin respuesta alguna.
Él quería ser libre, poder escapar de todo aquello y volar a un lugar donde todo el lo que parece ser, donde no existe la tristeza ni el odio, y la felicidad está tan presente en el aire que prácticamente se puede tocar. Pero hasta encontrar ese lugar, seguiría anclado a un mundo de ángeles con las alas rotas, incapaces de evadirse de la realidad. Solo la esperanza de quitarse las cadenas y poder volar a aquel lugar tan anhelado le mantendría vivo.
Historia de Historias (Parte 20)
Hace 14 años
bueno sobre este texto solo dire que un mundo donde no existiera ni el odio ni la tristeza seria demasiado empalagoso y pomposo y seguro que al final alguien o algo crearia esos sentimientos quizas simplemente cambiandoles el nombre o la pronunciacion pero al final siempre serian odio y tristeza
ResponderEliminarBueno como te prometi me lo lei todo y te comente todo, estaras contento xDDDD! Ya me diras que te parecieron los comentarios, nos vemos
realmente no podemos concebir un mundo sin tales sentimientos, pues nunca ha sido asi y nunca lo será, aunque no lo pueda afirmar con certeza. Y muchas gracias por tomarte tu tiempo y comentarlos todos :)
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